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"De acuerdo a la doctrina hindú de los ciclos cósmicos, un Kalpa representa el proceso de desarrollo de un estado o grado de la Existencia universal. Asimismo hay que tener presente que «no puede hablarse literalmente de la duración de un Kalpa, evaluada según una medida de tiempo cualquiera, más que si se trata de aquel que se relaciona con el estado del que el tiempo es una de las condiciones determinantes, estado que constituye propiamente nuestro mundo»; por lo tanto, un Kalpa representa el desarrollo total de un mundo. Existen ciclos cósmicos al interior de un Kalpa, los que no son más que modalidades especializadas y restringidas de este. Como queda dicho, es un error querer determinarlos por su sola modalidad cronológica, puesto que hay que tener en cuenta que la sucesión temporal de estos ciclos no son otra cosa que «una imagen del encadenamiento, lógico y ontológico a la vez, de una serie “extra-temporal” de causas y efectos» (René Guénon, Formas tradicionales y ciclos cósmicos, cap. I). Al interior de nuestro Kalpa, Shrî-Shwêta-Varâha-Kalpa (“Era del Jabalí Blanco”), se desarrollan los Manvantaras y sus subdivisiones: «los Manvantaras o eras de Manús sucesivos, son catorce, formando dos series septenarias de las cuales la primera comprende los Manvantaras pasados y aquél en el que estamos actualmente, y la segunda los Manvantaras futuros» (René Guénon, op.cit., ibid.). Cada Manvantara es regido por un Manu o legislador primordial, y Vaivaswata, el presente Manu, es el séptimo de este Kalpa. Los Yugas o subdivisiones al interior de nuestro Manvantara son cuatro, «esta división cuaternaria de un ciclo es susceptible de aplicaciones múltiples, y se encuentra en muchos ciclos de orden más particular: pueden citarse como ejemplos las cuatro estaciones del año, las cuatro semanas del mes lunar, las cuatro edades de la vida humana; aquí también, hay correspondencia con un simbolismo espacial, relacionado en este caso principalmente con los cuatro puntos cardinales… [cada Yuga] está señalado por una degeneración con respecto al que le ha precedido; y esto que se opone directamente a la idea de “progreso” tal como la conciben los modernos, se explica muy sencillamente por el hecho de que todo desarrollo cíclico, es decir en suma, todo proceso de manifestación, al implicar necesariamente un alejamiento gradual del principio, constituye realmente, en efecto, un “descenso”, lo que además es también el sentido real de la “caída” en la tradición judeo-cristiana» (ibid.). Evaluadas en años ordinarios, las duraciones de los cuatro Yugas son: Krita-Yuga o Satya-Yuga = 25.920, Trêtâ-Yuga = 19.440, Dwâpara-Yuga = 12.960 y Kali-Yuga = 6.480 años, formando un total de 64.800 años, que es la duración de nuestro Manvantara y que corresponde a la antigüedad real de la presente humanidad".
domingo, 6 de noviembre de 2011
Los ciclos cósmicos según la doctrina hindú
Un síntesis de la doctrina hindú de los ciclos cósmicos realizada por el intelectual amerindio Intisunqu Waman. El sánscrito Kalpa significa "mundo" entendido como un estado o grado de la Existencia universal, manvantara significa una humanidad y yuga hace referencia a las edades que conforman el manvantara. Demás está decir que los números de años que cuantifican las duraciones cíclicas, por lo mismo que nos encontramos en un ámbito indefinido, deben ser tomados simbólicamente y no literalmente.
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