domingo, 9 de junio de 2013

Rene Guenon, Fragmento Sobre el Teatro


[...] En árabe, el teatro es designado mediante la palabra tamthîl, la cual, como todas las que derivan de la misma raízmathl, tiene propiamente el sentido de semejanza, comparación, imagen o figura; y ciertos teólogos musulmanes emplean la expresión âlam tamthîl, que se podría traducir por "mundo figurado" o por "mundo de representación", para designar todo lo que, en las Escrituras sagradas, es descrito en términos simbólicos y no debe ser tomado en sentido literal. Es notable que algunos aplican especialmente esta expresión a aquello que concierne a los ángeles y a los demonios, quienes efectivamente "representan" los estados superiores e inferiores del ser, y que por otra parte no pueden evidentemente ser descritos más que simbólicamente mediante términos que se toman prestados al mundo sensible; y, por una circunstancia al menos singular, se sabe, por otra parte, el papel considerable que representaban precisamente los ángeles y los demonios en el teatro religioso del medioevo occidental.

El teatro, en efecto, no está forzosamente limitado a representar el mundo humano, es decir un único estado de manifestación; puede también representar al mismo tiempo los mundos superiores e inferiores. En los "misterios" del medioevo, la escena estaba, por esta razón, dividida en varios pisos que correspondían a los diferentes mundos, generalmente repartidos según la división ternaria: cielo, tierra, infierno; y la acción, que tenía lugar simultáneamente en estas diferentes divisiones, representaba la simultaneidad esencial de los estados del ser. Los modernos, no comprendiendo nada de este simbolismo, han llegado a contemplar como una "ingenuidad", por no decir como una torpeza, lo que tenía precisamente aquí el sentido más profundo; y lo que es asombroso, es la rapidez con la que ha llegado esta incomprensión, tan sorprendente entre los escritores del s. XVII; este corte radical entre la mentalidad del medioevo y la de los tiempos modernos no es ciertamente uno de los menores enigmas de la historia [...]


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