En su trayecto se encontrará con sufíes, monjes, maestros que lo irán forjando en la sabiduría para luego, después de toda esa peripecia y tras haber encontrado el misterioso monasterio, retornar a Europa y mostrar al mundo entero la "sabiduría oculta de la humanidad".
La enseñanzas de Gurdjieff, resumidas en lo que dio a conocer como el cuarto camino o la vía del hombre astuto, una especie de síntesis entre los caminos del yoguí, del monje y del faquir (la mente, las emociones y el cuerpo respectivamente), calaron fuertemente en la intelectualidad artística europea de su tiempo, siendo este el caso del reconocido director de teatro Peter Brook.
Este monasterio y cofradía universal que dice haber encontrado Gurdjieff en las regiones montañosas del Asia Caentral no sería sino el remedo y la parodia del verdadero "Centro del Mundo", aquel conocido como Aghartta o Shamballa por las tradiciones orientales y que yace oculto para el común de los mortales.
La palabras de Guenon sobre dicho excéntrico - y en extremo psíquico - personaje (sus leyendas son varias), que dicho sea de paso condujo al manicomio y al suicido a varios de sus seguidores, son categóricas: "alejarse de él como la peste".
Todo esto no quita - dado la calidad artística del director - que la película esté muy bien hecha y que valga la pena verla. Son hermosas danzas tradicionales que lo que buscan es expresar y representar simbolicamente principios cosmológicos que yacen inscritos en sus doctrinas, no como las danzas modernas que más bien se limitan a expresar un cierto estado de ánimo caprichoso.
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